PETER JAKOB KÜHN

La finca ha pertenecido a la familia por 230 años aproximadamente, es una bodega familiar en la décima generación, respetando el conocimiento y la experiencia de sus antepasados. Desde 2002 son miembros de la Asociación Alemana de Prädikatsweingüter (VDP).

Trabajan como bodega certificada con biodinámica Demeter. Como consecuencia, se han ido acercando cada vez más a la idea de que su vino tenga la mayor armonía posible con la naturaleza. Poseen 20 hectáreas en Rheingau: 19 hectáreas de Riesling y una hectárea de Spätburgunder (Pinot Noir).

Para elaborar vinos genuinamente individuales no siguen recetas establecidas. Cada cosecha de uva dicta qué medidas son necesarias para producir un mejor vino.
En la bodega, siguen una estrategia por encima de todas las demás: darle al vino el tiempo y el descanso suficientes para que se desarrolle por sí solo. La uva tiene que ser recolectada y prensada de forma manual, con la mínima intervención posible, porque un mosto sano es el mejor enólogo.